Introducción
La disposición de un sistema cardiovascular es vital para el desarrollo embrionario normal. Primero debe satisfacer las necesidades inmediatas del embrión durante las etapas del desarrollo, como por ejemplo, el abastecimiento de oxÃÂgeno, nutrientes, y la eliminición de desechos metabólicos. Todo esto requiere de un bombeo unidireccional del corazón para impulsar la sangre a través de los canales o vasos sanguÃÂneos que irrigan a los órganos durante el desarrollo del embrión.
Para satisfacer todos estos requerimientos se desarrollan en el embrión varias estructuras, dependiendo el organismo, con este fin. Por ejemplo venas, arterias y demás vasos sanguÃÂneos, que a la ves van a conectar o irrigar los distintos órganos en desarrollo del embrión. Son algunos el arco vitelino, que se conecta al saco vitelino y conduce nutrientes a los embriones vertebrados de vitelos grandes. Por otro lado, en los mamÃÂferos persisten el saco y la circulación vitelinos para lo que se cree originalmente fueron funciones subsidiarias le origen y el transporte de las células germinales primitivas y las células de sangre primitivas.
A través del tiempo los cambios evolutivos han sido más eficientes; la alantoides de los huevos amniotes fue en un principio el principal órgano de respiración y de eliminación de materiales residuales; sin embargo, a medida que la placenta de los mamÃÂferos se transformó en un órgano de intercambio más eficiente, la alantoides se incorporó en la placenta y continúa desempeñando sus funciones originales.
Además de llevar a cabo todas estas funciones básicas del embrión, el sistema cardiovascular en los distintos organismos debe también anticipar las necesidades inmediatas del embrión una vez salga del cascarón o del útero de la madre. Esto último siempre y cuando su desarrollo durante su gestación halla sido normal.
Vasos sanguÃÂneos (formación)
El sistema cardiovascular se deriva del tejido angioblástico, que proviene...