En los cuentos ÃÂLas Ruinas Circularesày ÃÂEl JardÃÂn de Senderos que se Bifurcanàel tiempo se presenta de formas contrapuestas. En el primero, el tiempo es circular, un cÃÂrculo eterno donde el soñado sueña al soñador. En el segundo, por el contrario, el tiempo, como lo señala TsÃÂui Pên en su novela, se muestra como ÃÂinfinitas series de tiemposàdivergentes, convergentes y paralelosÃÂ.
Cuando se dice que el tiempo es circular, se intenta mostrar una rueda interminable, en la que los extremos se unen: aquel que sueña es un sueño del que es soñado, construyendo un mundo situado sobre lo irreal. Que el tiempo esté fraccionado en ÃÂinfinitas series de tiemposàseñala un tiempo que no es uniforme y se encuentra dividido en innumerables dimensiones temporales en las que todas las posibilidades son factibles. Estas dimensiones pueden ser bien divergentes, convergentes o paralelas; separándose, acercándose, cruzándose o ignorándose, abarcando de esta manera el enorme conjunto de sucesos y acciones posibles, sin excepciones.
En ÃÂLas Ruinas CircularesÃÂ, mediante sutiles indicios Borges nos hace ver que el soñador no es más que el sueño del soñado. Este tiempo circular se hace presente en el rÃÂo que sirve como referencia para ubicarse geográficamente en el relato. Es común que se suponga que el norte se encuentra ÃÂarribaày el sur ÃÂabajoÃÂ, pero el norte está aguas abajo y el sur aguas arriba, otorgándole una estructura circular. Se dice que ÃÂuna tarde, el hombre casi destruye toda su obra, pero se arrepintió. (Más le hubiera valido destruida)ÃÂ. Pero, ÿpor qué? Para evitar esa ÃÂhumillación incomparable, [ese] vértigoÃÂ, ya que si hubiese destruido su sueño, el soñado no lo hubiera podido soñar a él, y entonces no se habrÃÂa dado cuenta que era un sueño. Cuando ÃÂal soñar un hombre...