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El CasoFord Pinto
En la actualidad ha habido numerosos casos que han puesto en riesgo la reputación de compañÃÂas reconocidas debido a la falta de buen juicio en cuanto a la seguridad de sus productos. En el caso del Ford Pinto del 1971, en el cual se fabricó un vehÃÂculo que presentaba un peligro para la seguridad de los consumidores, analizaremos las posibles soluciones y recomendaciones que utilizarÃÂamos para resolver este dilema. Explicaremos cuales son las presiones sociales que influenciaron dichas recomendaciones. Y por último, abundaremos acerca de cómo nuestra posible solución hubiera sido diferente de haber sido implantada en el año 1971 (De George, 2006).
Una posible solución en este caso hubiese sido que la compañÃÂa condujera las pruebas de seguridad antes de comenzar la producción del producto. De esta manera podrÃÂan haber identificado cualquier posible desperfecto que tuvieran que arreglar en el producto, sin haber incurrido en su prematura reproducción.
Hubiese sido necesario crear un diseño de automóvil que cumpliera con el 100% del tiempo necesario para su diseño y producción. Independientemente de la competencia que exista en el mercado actual, es necesario estudiar más a fondo el diseño de la competencia para buscar la manera de que el producto supere la seguridad, precio y diseño, sin comprometer la calidad de ninguno de estos componentes. La compañÃÂa Ford prefirió asumir el riesgo de las demandas, ya que el estudio de costos reflejó que serÃÂa más costo efectivo que hacer los cambios de los desperfectos del modelo. El error de la Ford radicó en darle énfasis a los costos y beneficios económicos, sin darle importancia a la seguridad (Newton & Ford, 2007). Hoy en dÃÂa las compañÃÂas como Toyota saben que es más sabio reconocer la falla de...