IdeologÃÂa polÃÂtica y social que corresponde el concepto de nación con el de Estado. Aunque tradicionalmente se ha llamado nacionalismo al pensamiento polÃÂtico relativo a la consecución de la independencia nacional para los pueblos y las etnias, el término también corresponde a la actividad de un Estado. SerÃÂa el caso, por ejemplo, del nacionalismo inglés en comparación con el escocés, galés o irlandés. En esta ocasión, el nacionalismo serÃÂa la cohesión de los ciudadanos de ese paÃÂs en base a su procedencia, por encima de diferencias sociales de clase. Ernest Gellner dio una definición que es la que habitualmente se suele utilizar: ëPrincipio que afirma que la unidad polÃÂtica y nacional deberÃÂa ser congruenteû. El nacionalismo surgió con la Revolución francesa y la formación de los Estados. A comienzos del siglo XIX el llamamiento de Mazzini de ëcada nación un estadoû, tuvo dos lecturas diferentes, la imperial y la étnica.
TendrÃÂa que pasar casi un siglo para que el término de nacionalismo tomara cuerpo polÃÂtico. AsÃÂ, decenas de comunidades europeas, no ligadas a los estados conformados, reivindicaron su derecho a la soberanÃÂa, en función de su identidad propia. Movimientos, hasta entonces sin definición polÃÂtica, se apresuraron a defender su estatus. Fue el caso de armenios, catalanes, vascos, galeses, macedonios, albaneses, georgianos o lituanos. A todos les unÃÂa el nacionalismo, es decir la actividad para alcanzar su independencia. Este primer impulso polÃÂtico fue reforzado por un concepto como el de raza (también en las tesis de Sabino Arana) que rompÃÂa con otras tradiciones. Darwin y la genética, proporcionarÃÂan un poderoso grupo de razones al nacionalismo, que vio como las categorÃÂas se multiplicaban: arios, semitas, nórdicos, vascos, etc. De ahàal racismo hubo un sólo paso. Terminada la Primera Guerra mundial, el nacionalismo más rancio triunfaba en Europa. Checoslovaquia, Rumania, Yugoslavia...