¡Qué tonta!
Rosaura Barahona 5 Ene. 12
El martes leÃmos una noticia conmovedora en muchos sentidos: MarÃa Carmen Cuevas RamÃrez,
vecina de la Colonia Independencia, rechazó una pantalla LCD de 32 pulgadas.
Según la nota de Daniel Reyes, la señora Cuevas hizo fila desde las 2:30 horas para ser la primera
ciudadana en pagar el impuesto predial en el municipio de Monterrey. Armida Pérez, la directora de
Recaudación, le entregó la pantalla como premio, pero ¡oh, sorpresa!, la ciudadana premiada la
rechazó.
La puntual contribuyente, sin aspavientos y sin criticar a la Administración de Fernando Larrazabal
(El alcalde de Monterrey, Nuevo León, México), pidió que en vez de darle ese televisor, pusieran
las luces en los puentes de Cuauhtémoc y Pino Suárez (dos de las principales avenidas del Centro
de la Ciudad de Monterrey), por donde ella camina totalmente a oscuras, todas las noches, porque
ya no hay transporte público cuando sale de su trabajo.
Algunos funcionarios del Municipio, incapaces de comprender estas actitudes éticas y ejemplares
de ciudadanos humildes (en el mejor sentido del término), de inmediato especularon sobre qué
polÃticos estarÃan detrás de esta "reventadora" de la premiación, un estÃmulo del Municipio para
alentarnos a cumplir con nuestras obligaciones tributarias.
En efecto, es inexplicable para ellos. Los burócratas, a menudo mal llamados funcionarios porque
la mayorÃa no funciona como es debido, no ven más allá de sus respectivas narices y, por lo
mismo, no distinguen un acto de congruencia ética cuando lo ven.
MarÃa Carmen explicó que hace un año ya habÃa pedido las luces a Larrazabal en persona, pero no
sucedió nada. En esta ocasión no faltó quien dijera que los puentes carecÃan de luz debido a las
adecuaciones viales, pero ese mismo dÃa en la noche, la luz estaba instalada.
El agradecimiento se lo debemos...